
Cerebro, intestino y emociones
Todas las enfermedades tienen su origen en los intestinos.
– Hipócrates (460-377 a.C.) –
Y en los intestinos se encuentra nuestra microbiota.
La microbiota, también conocida como flora intestinal, microflora o flora humana, es el conjunto de microorganismos vivos o bacterias que se encuentran en el intestino o tubo digestivo del organismo humano. Pero, además del aparato digestivo, también están en la piel, incluida la boca y el aparato genital.
Cuando, de forma habitual, sufrimos acidez, pesadez, gases, estreñimiento, dolores de cabeza, migrañas, insomnio, agotamiento, mal humor,… nos acostumbramos a ello y lo normalizamos. Sólo recurrimos al médico si el malestar se agrava especialmente y nos centramos en el síntoma. Pero el síntoma puede no ser el origen del problema. Éste puede ser otro, como una microbiota desequilibrada.
Para obtener una buena salud intestinal, es tan fácil como aprender a alimentarnos correctamete y adoptar nuevos hábitos alimenticios.
Y es que el intestino se puede ver alterado por diferentes factores:
- La propia dieta.
- Entrada de tóxicos perjudiciales a través de la alimentación.
- Infecciones.
- Efectos secundarios de medicamentos como los antibióticos.
- El estrés.
La microbiota es fundamental para prevenir infecciones intestinales virales y mantener el sistema inmunitario en alerta, ya que estimula la producción de defensas de forma constante. De hecho, actualmente se está estudiando su relación con el COVID-19, pues una microbiota en buen estado podría protegernos mejor frente a éste en caso de contagio.
El intestino y las emociones
En Atenea creemos que el intestino es la caja de resonancia de nuestro estado emocional. En su funcionamiento puede manifestarse nuestra respuesta ante la vida… por ello, no deberíamos conformarnos con lo que no nos haga feliz.
La relación entre el estrés, la microbiota y la salud intestinal se conoce desde la época de Hipócrates. Y es que ¿sabías que podemos llegar a medir la felicidad matrimonial en base a algunos marcadores bioquímicos en sangre?
En la medicina tradicional china y en el Ayurveda se considera que cada órgano trabaja o digiere una emoción:
- El intestino delgado absorbe la rabia, la situaciones de impotencia y la voluntad. Sobre él recaen los conflictos familiares. Las afecciones que desencadena son conocidas como el «síndrome fantasma».
- El hígado gestiona el pensamiento y la depresión.
- El estómago se encarga del descenso de los alimentos: tiene como función transformar los alimentos preferentes derivándolos al intestino delgado y los residuos alimenticios al intestino grueso. Se corresponde con las digestiones conscientes de la vida.
Por ello, una buena microbiota es fundamental para disfrutar de una buena energía vital.
Una buena digestión y absorción de los alimentos
Porque alimentarse y nutrirse no es precisamente lo mismo, desde Atenea os hacemos llegar algunas recomendaciones básicas para permitr una buena absorción de los nutrientes de los alimentos:
- Buscar un ambiente tranquilo y agradable para comer.
- Masticar muy bien los alimentos, como mínimo 20 veces por cada bocado.
- Evitar las prisas y comer sentado.
- Evitar alimentos muy fríos durante la comida.
- Comidas más abundantes mañanas y mediodías, cenas ligeras.
- No hacer ninguna actividad física después de comer.
- Consumir verduras de gusto amargo, nuestro hígado nos lo agradecerá muchísimo.
- Cuidado con la cocciones de los alimentos.
- Combinaciones de los alimentos.
- Ir a dormir después de 2h de haber cenado.
- Tomar a diario alimentos que ayuden a depurar.
Combinación de alimentos para una alimentación sana
La mezcla de alimentos es fundamental para un correcto equilibrio de nuestra microbiota. Estas son algunas de las pautas correctas a la hora de mezclar hidratos de carbono con proteínas y ácidos:
Mezclas de alimentos no aconsejables
- Fruta dulce (plátanos, uva, higos) con fruta ácida (naranjas, limón, piña).
- Melón con sandía.
- Legumbres con cualquier cosa que no sea verdura.
- La leche líquida es mejor no mezclarla con nada.
- Pan con fruta.
- Pan con patatas, con carne o con pescado.
- Carne y pescado, ni con huevos ni con queso.
Buenas mezclas de alimentos
- Ensaladas con todo.
- Verduras con todo.
- Fruta con yogur o queso fresco (intermedio).
- Frutos secos (nueces, avellanas, almendras) con ensaladas o verduras. Con fruta, sólo con naranjas.
- Plátano, sólo o con manzana o pera.
- Setas con verduras o ensaladas (mejor solas).
- Legumbres con verduras o ensaladas.
- Pescado o carne sólo con verduras y ensalada.
Bibliografía:
Martin Monge, Leonor (2015). «El sentimiento del intestino».
Dr. Bizkarra, Karmelo (2004). «Cuidarte para curarte».
Dr. Bizkarra, Karmelo (2012). «El arte de saber alimentarte».
Jacques. Dimitri (2019). «Del intestino a las enfermedades psiquicas».
Dra. Arponen, Sari (2021). «¡Es la microbiota, idiota!»