
El Orgasmo: Un Lenguaje Natural del Cuerpo
«El orgasmo no se busca.
No es algo que se fuerza, ni un premio al esfuerzo.
El orgasmo sucede… cuando dejas de tensar, cuando dejas de correr detrás de él.
Respira.
Siente.
Suelta el control.
El placer no está en la meta.
Está en el camino.
En la entrega.
En habitar tu cuerpo con amor.
Relájate.
El orgasmo llega solo.»
En pleno sigo XXI, el orgasmo sigue siendo un tema tabú para muchas personas.
Sin embargo, en esencia, es una respuesta natural del sistema nervioso, un pulso de vida que nace desde dentro cuando nos damos permiso para sentir.
No es meta, es camino
En el cuerpo no hay metas. Solo procesos. Y el orgasmo no debería vivirse como una obligación o una medida del “buen sexo”. Es más bien una expresión espontánea del cuerpo cuando se siente seguro, relajado, libre de juicio y de presente.
Cuando dejamos de buscarlo como un objetivo y empezamos a escucharnos desde la ternura y la curiosidad, muchas veces aparece. No por esfuerzo, sino por confianza.
Cuerpo, mente y sistema nervioso
Desde una mirada terapéutica, el orgasmo se vincula con la autorregulación del sistema nervioso. En estados de relajación profunda, el cuerpo puede liberar tensiones acumuladas. De hecho, durante o después de un orgasmo, disminuyen los niveles de cortisol (la hormona del estrés), y aumentan la oxitocina y las endorfinas, generando calma, alivio, conexión.
Por eso, el placer debería considerarse una vía legítima de bienestar emocional, físico y energético.
El placer como medicina
Lo natural no es frío ni impersonal. Es íntimo, lento, verdadero.
Volver a lo natural es volver a lo que el cuerpo ya sabe. Es respetar su ritmo. Es permitir que el placer se exprese como una parte más de nuestra salud integral, no como algo prohibido o ajeno.
Existen muchas formas de acompañar el camino hacia una sexualidad más consciente: el uso de aceites naturales, la respiración profunda, los masajes, el movimiento libre, los espacios terapéuticos, el contacto amoroso con una misma o con uno mismo.
Todo eso puede ayudarnos a volver a habitar el cuerpo sin exigencia, con curiosidad, con cuidado, con respeto.
En Atenea contamos con todo tipo de aceites naturales para relajarte y conectar con el placer. Te recomendamos:
- Afrodisíaco suave, floral y sensual.
- Relaja el sistema nervioso, estimula la libido.
- Ideal para masajes en pareja o autoexploración sensorial.
🌺 Aceite de Rosa Damascena
- Conecta con lo emocional, el amor propio y la apertura.
- Su aroma suave ayuda a relajar tensiones emocionales.
- Perfecto para momentos de conexión íntima o autocuidado.
- Potente relajante muscular y mental.
- Reduce el estrés, la ansiedad y facilita la entrega al cuerpo.
- Ideal para baños calientes o automasajes en el abdomen o cuello.
🌺 Aceite de Naranja Dulce o Mandarina
- Alegre, suave, antidepresivo natural.
- Estimula el juego, la liviandad, la conexión con el cuerpo sin juicio.
- Muy útil cuando hay bloqueo por tensión o autocensura.
🌺 Aceite de Sándalo
- Enraizador y meditativo.
- Ayuda a liberar el control mental y entrar en una energía más receptiva y sensorial.
- Ideal para rituales íntimos más profundos y conscientes.
Desde Atenea, animamos a todas las mujeres a buscar su bienestar, su equilibrio y su felicidad de forma tan natural… como disfrutando de sí mismas y de su sexualidad.
*Imágenes: Ernesto García Peña.