«Come tu comida como si fuera tu medicina o tendrás que tomar tu medicina como si fuera comida.»
¿Te suena esta reflexión? Aún estamos a tiempo de evitar que la segunda opción se convierta en el futuro de nuestros hijos. La alimentación es la base de todo ser vivo y, por ello, escoger los alimentos más saludables debería ser nuestra prioridad vital.
En la actualidad, nos estamos encontrando con una especie de normalización en lo referente a la salud de nuestros hijos: empezamos a ver normal que sufran recaídas tras padecer resfriados, bronquitis,.. y se empleen soluciones rápidas en forma de medicamentos como antibióticos, antiinflamatorios,… que acaban perjudicando su salud intestinal y, posteriormente, sus defensas.
La solución pasa por mejorar la dieta que ofrecemos a nuestros hijos para reforzar su salud (y la nuestra), a largo plazo.

Según Carolina Harboe, tecnóloga de alimentos y nutricionista*, «lo básico es ofrecerles solo comida. Me refiero a alimentos lo más naturales posibles (…) frutas y verduras locales, de temporada y a diario y, si pueden ser ecológicas, mejor. Es importante equilibrar la ingesta de proteína animal con proteínas vegetales como, por ejemplo, las legumbres, las semillas, los frutos secos crudos, el tempeh o las algas.
La naturaleza nos trae los cereales integrales porque el salvado (“lo integral”) de los cereales nos aporta las vitaminas y minerales que se necesitan para poder metabolizar la glucosa. Por esta razón, es importante sustituir las harinas refinadas en forma de pan blanco, pasta blanca o bollería por productos integrales que aporten todos los nutrientes naturalmente presentes. (..)
Los alimentos naturalmente ricos en grasas deben abundar en la dieta de los más peques de la casa, por ejemplo, el aguacate, aceite de coco, mantequillas de frutos secos como almendras o cacahuetes, el ghee, el tahine, los huevos, yogures o quesos preferentemente de procedencia ecológica.«
Para compensar la falta de nutrientes del menú escolar, Carolina Harboe recomienda seguir estos hábitos:
- Un buen desayuno a base de cereales integrales, leche vegetal, semillas trituradas y endulzados de forma natural.
- Fruta fresca para el pica-pica de media mañana.
- Normalmente las comidas escolares abundan en proteína animal y carecen de cereal integral. Por este motivo, nuestros hijos salen de la escuela exigiendo azúcares de subida rápida en la merienda. No obstante, la mejor opción será un bocadillo de pan integral de espelta de masa madre con algún paté vegetal, con aguacate y olivada, o con mantequilla de almendras, por ejemplo, y acompañar de alguna pieza de fruta fresca de temporada.
- Para complementar el exceso de proteína animal y la posible falta de verduras de la comida de mediodía, la cena debería consistir en una abundante ración de verdura de temporada cocinada al vapor, al horno, salteada o en crema, por ejemplo.

Asimismo, en Atenea contamos con diferentes complementos alimenticios formulados 100% de forma natural en base a frutas y verduras que pueden dar ese aporte extra de vitaminas y minerales que nuestros hijos necesitan:

Para niños a partir de 4 años. Vitamina C de origen natural formulada sobre una base de frutas y bioflavonoides. La vitamina C contribuye:
– al funcionamiento normal del sistema inmunitario durante el ejercicio físico intenso;
– a la formación normal del colágeno para el funcionamiento de los huesos, cartílagos, encías y dientes.
Complemento alimenticio con probióticos y fructooligosacáridos.
El equilibrio de la flora intestinal es necesario para una buena digestión de los alimentos y absorción de los nutrientes. En los niños las bifidobacterias juegan un papel importante en la prevención de la pérdida de nutrientes, suprimiendo el crecimiento de bacterias no deseables que compiten en el tracto intestinal. Las Bifidobacterias secretan ácidos que estimulan el peristaltismo y promueven los movimientos intestinales normales.
Complemento alimenticio masticable de magnesio, sabor cereza, con edulcorantes.
El magnesio puede ser tan importante para los huesos de los niños como el calcio. Pero, además, este mineral es necesario para la correcta producción de energía, la relajación muscular, la actividad cerebral y nerviosa.
*Fuente: Natur Import.