
¿Te hidratas bien en verano?
¿Sabías que sin agua sólo viviríamos… 3 días? ¿Y que el hecho de tener sed es el primer síntoma de deshidratación?
Ésta puede deberse, entre otras circunstancias, al calor y la sequedad ambiental, así que al percibir síntomas de sed, sequedad de mucosas y de la piel o disminución de la cantidad de orina, se deben consumir bebidas que restablezcan el equilibrio hídrico del cuerpo. Y es que beber la cantidad suficiente de líquido y mantener el cuerpo bien hidratado resulta imprescindible para gozar de un óptimo estado de salud.
Al final, somos agua, pues ésta representa representa entre el 50-60% de nuestro peso corporal; es decir, es el componente más abundante de nuestro cuerpo.
¿Por qué es importante hidratarse en verano?
El agua desempeña múltiples funciones en el organismo que la convierten en un nutriente fundamental. Es el medio necesario para transportar los nutrientes al interior de las células, regula las reacciones metabólicas, elimina toxinas, lubrica los músculos y las articulaciones, hidrata la piel, mantiene la temperatura corporal, mejora el tránsito intestinal y controla el apetito.
Por ello, antes de salir de casa, conviene beber agua, así como llevar una botella de agua siempre consigo para poder hidratarnos en cualquier momento.
Los niños y ancianos son los principales grupos de riesgo expuestos a la deshidratación puesto que no siempre saben avisarnos de que tienen sed. Por ello, debemos ofrecerles agua a menudo.
Es recomendable que las mujeres embarazadas o en época de lactancia beban 3 litros de agua cada día.
Hidratarse en verano para cuidar de nuestra piel y de nuestro cabello
El calor extremo, la exposición solar, el mar o el cloro de las piscinas resecan mucho nuestra piel. En verano nuestra piel está expuesta a factores externos que producen deshidratación y quemaduras, y potencian la aparición de manchas y arrugas.
Desde Atenea queremos realizar las siguientes recomendaciones:
- Bebe 2 litros de agua diarios.
- Hidrata tu piel a diario con cremas hidratantes faciales y corporales después de tu rutina de limpieza.
- Limpieza diaria. A pesar de que muchas mujeres no se maquillan en verano, hay que limpiar el rostro a diario con productos suaves para mantener una piel sana. De esta forma, eliminamos el exceso de grasa, sudor y suciedad, y permitimos que los cosméticos penetren bien en la epidermis.
- Protección solar diaria. Exponernos al sol en verano no sólo implica ir a la playa o a la piscina. La incidencia del sol es alta en cualquier momento por lo que debemos protegernos de los rayos UV y UVA, previniendo problemas a futuro como el cáncer de piel. No debemos olvidar zonas tan sensibles como el escote, las manos, el cuello y las orejas. Renueva la aplicación cada dos horas y después del baño.
- Protege tus labios. Se trata de una zona muy sensible y que tendemos a olvidar. Es fundamental proteger nuestros labios del sol para evitar que esta piel tan fina se reseque. Podemos utilizar cacaos con protección solar y, posteriormente, un cacao reparador para rehidratarlos.
- Utiliza sombrero y gafas de sol. Protege tu cuero cabelludo y tus ojos usando gorros y gafas de sol homologadas, con certificado de garantía y etiqueta CE.
- Evita la exposición solar durante las horas centrales del día.
- Sigue una alimentación equilibrada y rica en antioxidantes. Durante el verano es conveniente tomar más frutas, hortalizas y verduras, ya que por sus propiedades antioxidantes ayudan a la regeneración celular de la piel.
Desde Atenea te recomendamos que te protejas adecuadamente y te cuides de la forma más natural posible. Para ello, contamos con una amplia gama de cremas hidratantes y de solares naturales.
En Atenea apostamos por cosmética 100% saludable para todo tipo de pieles. Consúltanos todas tus dudas en el 933 970 142 o por e-mail a info@parafarmaciabio.com. Estaremos encantados de ayudarte.
¡¡Feliz verano!!!